El Patrimonio Cultural puede ser tangible e intangible. El patrimonio tangible es la expresión de las culturas a través de grandes realizaciones materiales. A su vez, se clasifica en mueble e inmueble.
El patrimonio tangible mueble comprende los objetos arqueológicos, históricos, artísticos, etnográficos, tecnológicos, religiosos y aquellos de origen artesanal o folklórico que constituyen colecciones importantes para las ciencias, la historia del arte y la conservación de la diversidad cultural del país. Entre ellos cabe mencionar las obras de arte, libros manuscritos, documentos, artefactos históricos, grabaciones, fotografías, películas, documentos audiovisuales, artesanías y otros objetos de carácter arqueológico, histórico, científico y artístico.
El patrimonio tangible inmueble está constituido por los lugares, sitios, edificaciones, obras de ingeniería, centros industriales, conjuntos arquitectónicos, zonas típicas y monumentos de interés o valor relevante desde el punto de vista arquitectónico, arqueológico, histórico, artístico o científico, reconocidos y registrados como tales. Estos bienes culturales inmuebles son obras o producciones humanas que no pueden ser trasladadas de un lugar a otro, ya sea porque son estructuras (por ejemplo, un edificio), o porque están en inseparable relación con el terreno (por ejemplo, un sitio arqueológico).
El patrimonio intangible está constituido por aquella parte invisible que reside en espíritu mismo de las culturas. Existen sociedades que han concentrado su saber y sus técnicas, así como la memoria de sus antepasados, en la tradición oral. Engloba los «modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias. A esta definición hay que añadir la capacidad de transformación que lo anima, y los intercambios interculturales en que participa.
El patrimonio intangible está constituido, entre otros elementos, por la poesía, los ritos, los modos de vida, la medicina tradicional, la religiosidad popular y las tecnologías tradicionales de nuestra tierra. Integran la cultura popular los diferentes idiomas, lenguas, los modismos regionales y locales, la música y los instrumentos musicales tradicionales, las danzas religiosas y los bailes festivos, los trajes la cocina, los mitos y leyendas; las adivinanzas y canciones de cuna; los cantos de amor y villancicos; los dichos, juegos infantiles y creencias mágicas.
Afirmar que un sitio es poseedor de un valor universal extraordinario significa que su desaparición constituiría una pérdida irreemplazable para todos los pueblos del mundo. El valor universal extraordinario puede definirse en forma más simple como valor del Patrimonio Mundial.
La inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial es un catalizador para elevar la concientización sobre la conservación del patrimonio por parte de gobiernos y ciudadanos semejantes. El fortalecimiento de la concientización, a su vez, conduce a una mayor consideración y a un incremento general en el nivel de protección y conservación otorgado a los bienes del patrimonio. Un reporte regular sobre el estado de conservación de los bienes inscritos asegura el mantenimiento de sus excepcionales cualidades.
Cada seis años, los Estados Partes son invitados a presentar al Comité del Patrimonio Mundial un reporte periódico sobre la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, incluyendo el estado de conservación de los bienes del Patrimonio Mundial localizados en sus territorios.
El reporte periódico sobre la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial tiene la intención de servir para cuatro propósitos principales:
El Comité del Patrimonio Mundial tiene como enfoque regional el reporte periódico como un medio para promover la colaboración regional y para poder responder a las características específicas de cada región.
Para cada uno de ellos, las estrategias para el reporte periódico regional son desarrolladas para asegurar la completa participación de los Estados Parte, instituciones competentes y profesionalismo regional. El resultado final de cada estrategia regional es un Estado Regional del Reporte del Patrimonio Mundial.
El Comité examina estos reportes regionales de acuerdo con una programación pre-establecida, la cual se basa en un ciclo de seis años.
Ciclo para el Reporte Periódico de Seis Años
Año de examinación por parte del Comité del Estado Regional del Reporte del Patrimonio Mundial |
Región
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Número de Estados Parte (a diciembre, 1998)
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Reporte sobre los bienes inscritos en el Patrimonio Mundial hasta e incluyendo
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2000
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Estados Árabes
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16
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1992
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46
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2001
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África
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31
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1993
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40
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2003
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Asia y el Pacífico
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39
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1994
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88
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2004
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América Latina y el Caribe
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29
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1995
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62
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2005
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Europa y Norteamérica
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50
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1998
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297
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2006
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2008
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Estados Árabes
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Implementación de estrategias regionales para proveer:
El monitoreo reactivo es el reporte por parte del Centro del Patrimonio Mundial, otros sectores de la UNESCO y los cuerpos asesores del Comité sobre el estado de conservación de bienes específicos del Patrimonio Mundial que se encuentran bajo amenaza.
A este respecto, los Estados Parte deben presentar al Comité, por medio del Centro del Patrimonio Mundial, reportes y estudios de impacto específicos cada vez que ocurren circunstancias excepcionales o cuando se comprometen en un trabajo que pudiera tener un efecto sobre el estado de conservación del bien.
El monitoreo reactivo se encuentra previsto en los procedimientos para la eliminación eventual de bienes de la Lista del Patrimonio Mundial, como se establece en los párrafos 48-56 de los Lineamientos Operacionales. También se encuentra previsto en la referencia a los bienes incluidos, o los que están por inscribirse, en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, como se establece en los párrafos 86-93.
Para figurar en la Lista del Patrimonio Mundial, los sitios deben ser de valor universal excepcional y satisfacer al menos uno de cada diez criterios de selección. Estos criterios se explican en las Directrices Operativas para la Aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial que, además del texto de la Convención, es la principal herramienta de trabajo sobre el Patrimonio Mundial. Los criterios se revisan periódicamente por el Comité a fin de reflejar la evolución del propio concepto de Patrimonio Mundial.
Hasta finales de 2004, los sitios del Patrimonio Mundial se seleccionaron sobre la base de seis criterios culturales y cuatro naturales. Con la aprobación de la revisión de Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, sólo un conjunto de diez criterios existe.
i. para representar una obra maestra del genio creador humano;
ii. para atestiguar un intercambio de valores humanos, durante un lapso de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, sobre la evolución de la arquitectura o la tecnología, las artes monumentales, la planificación urbana o diseño del paisaje;
iii. a dar una única o, al menos, testimonio excepcional de una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida;
iv. ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o de paisaje que ilustre (a) etapa importante (s) en la historia de la humanidad;
v. ser un ejemplo destacado de formas tradicionales de asentamientos humanos, el uso de la tierra, el mar o el uso que sea representativa de una cultura (o culturas), o la interacción humana con el medio ambiente, especialmente cuando se ha convertido en vulnerables a los efectos de cambios irreversibles;
vi. a estar directa o materialmente asociado con acontecimientos o tradiciones vivas, con ideas, o con creencias, con obras artísticas y literarias de significado universal excepcional. (El Comité considera que este criterio es preferible que sea usado en conjunción con otros criterios);
vii. contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética;
viii. a ser ejemplos eminentemente representativos de las grandes etapas de la historia de la tierra, incluido el registro de la vida, importante en curso de los procesos geológicos en el desarrollo de formas terrestres, o geomorfológicos o fisiográficos significativos características;
ix. a ser ejemplos eminentemente representativos de importantes en curso procesos ecológicos y biológicos en la evolución y el desarrollo de los terrestres, de agua dulce, los ecosistemas costeros y marinos y las comunidades de plantas y animales;
x. que contienen los más importantes y significativos hábitats naturales para la conservación in situ de la diversidad biológica, incluyendo aquellos que contienen especies amenazadas de destacado valor universal desde el punto de vista de la ciencia o la conservación.
La protección, la gestión, la autenticidad y la integridad de las propiedades son también consideraciones importantes.
Desde 1992 interacciones significativas entre las personas y el medio ambiente natural han sido reconocidos como paisajes culturales.
Cultural criteria
Criterios culturales
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Natural criteria
Criterios naturales
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Operational Guidelines 2002 Directrices 2002
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(i)
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(ii)
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(iii)
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(iv)
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(v)
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(vi)
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(i)
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(ii)
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(iii)
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(iv)
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Operational Guidelines 2005 Directrices 2005
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(i)
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(ii)
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(iii)
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(iv)
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(v)
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(vi)
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(viii)
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(ix)
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(vii)
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(x)
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